Tremenda desgracia la que nos ha caído con el Presidente Rodríguez, personaje siniestro que no necesita ya presentación y que estamos deseando que se largue, de una vez, antes de que haga más daño a la convivencia, solidaridad, calidad de vida y tantas y tantas cosas de esta (aún) nuestra España.
Casi lo preferíamos en su faceta en el Congreso, titantos años rascándose la entrepierna y, esto es lo bueno, al no hacer nada de nada, ni siquiera se enfrascaba en operaciones como el enmierdamiento al que ahora, tristemente, nos tiene acostumbrados.
Este individuo, vago, intelectualmente pobre, inseguro, con falta de autoestima, anda ahora preocupado porque, a pesar de todo el poder mediático que le arropa (véase TVEPLUS), no consigue que la gente le vea como ese ser maravilloso que el se cree y así anda como la madrastra de Blancanieves mirándose al espejo prisáico y preguntando o preguntándose compungido: ¿Te he gustado? ¿Lo he hecho bien?.
¿A qué parece lo más patético del mundo? pues seguro que en breve se supera.
10 octubre 2005
¿Lo he hecho bien?
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