Script-kiddies ¿o algo peor?

Muchísimas personas estamos hartos de las chulerías del (des)gobierno del presidente Rodríguez y, al contrario de lo que manifiestan los medios gubernamentales no somos radicales, ni fascinerosos, ni cavernícolas... Somos gente normal, miembros de la puñetera y sufrida clase media, que no vamos por la vida como los nuevos ricos socialistas, o comunistas, o nacionalistas, que tanto da cuando esa panda de indocumentados agarran la teta del Estado y la dejan mas lánguida que el careto de De la Vogue.

Digo que somos gente normal dispuesta a protestar contra las injusticias, con más ganas que dinero --¿eso que és?--, y con las ideas claras: no pararemos hasta que se le cure la sordera al presidente déspota y a su banda de cómplices tunantes. No dejaremos de denunciar las injusticias de este (des)gobierno que se alzó al (j)(p)oder gracias a la imbecilidad de unos cuantos, la avaricia de otros tantos y a una enorme montaña de muertos (los únicos inocentes de toda esta historia).

Mientras, esos que van de "progres y modernos", intentan violar nuestro Derecho a la Libertad de Expresión, vital en lo que aún es una Democracia, aunque ya veremos por cuanto tiempo.

Todo esto viene a cuento porque desde el (des)gobierno y sus ministerios (o misterios, porque nadie sabe que hacen exactamente) se intenta acallar todas las voces críticas (COPE, Intereconomia, OndaCero, Telemadrid, El Mundo, etc) y, casualidades de la vida, las distintas webs y bitácoras críticas últimamente están recibiendo muchos ataques --¿serán niñatos, script-kiddies o algo peor? sería interesante analizar los logs--. Un par de ejemplos: podemos ver como han tumbado --sólo por el momento-- a STOP Nacionalismo o Hasta Los Huevos.

Una cosa deberían tener clara los nacional-socialistas y los social-nacionalistas: No nos van a callar.

Y otra cosa más, simple lección de Historia: lo mejor que le pudo pasar al cristianismo para su expansión es que los romanos los echasen a las fieras en el Circo para el regocijo de unos cuantos descerebrados.

¿Te enteras, Rodríguez?