Lo cuenta con pelos y señales Luis Losada Pescador en la revista Época:
Se les cae el barrio del Carmel, pero ellos dedican dinero del contribuyente a la llamada "construcción nacional". Basta con repasar las últimas subvenciones otorgadas a asociaciones durante el segundo trimestre de este año. En total, la bonita suma de 3.848.926 euros.
Piden margen presupuestario para hacer frente a los "nuevos rostros de la pobreza" (hay 1.200.000 personas que viven por debajo de este umbral), pero luego despilfarran las ayudas oficiales en subvencionar el catalanismo, con campañas tan peregrinas como discutibles.
Dicen que es necesario "afrontar la solidaridad interna", pero derrochan decenas de miles de euros en traducir The Economist al catalán, en publicar un vocabulario del juego de la petanca en la lengua de Serrat o en apoyar a organizaciones radicalmente laicistas como la Ferrer i Guardia.
Y así, podemos observar cómo la Generalitat de Cataluña invierte trimestralmente cerca de cuatro millones de euros en financiar asociaciones que fomenten la cultura y la lengua catalana. A esta cifra habría que sumar las actuaciones que directamente realiza la Generalitat para lograr los mismos fines. Definitivamente, la "construcción nacional" sale muy cara. Máxime cuando se dedica a actividades de dudoso valor. ¿Comparten los contribuyentes catalanes el destino de sus impuestos?
Y por si esto no fuera suficiente, la Generalitat invierte en aquellos grupos sociales más radicalizados. Por ejemplo, la Asociación Catalana de Ex presos Políticos recibió 12.000 euros para la organización de actividades que fomenten la "recuperación histórica". Además, el Gobierno regional se apoya en las asociaciones civiles que fomentan el etiquetaje en catalán que asfixia al empresariado. La Asociación Multilingüísmo recibió nada menos que 60.000 euros para apoyar su campaña por el "etiquetaje multilingüe". Y el apoyo del etiquetaje catalán llega a Valencia con 12.000 euros, la cantidad recibida por la Asociación Tirant lo Blanc para fomentar su campaña de "normalización lingüística" en el etiquetado.
El laicismo radical tampoco queda fuera de esta relación. Curiosamente, la Fundación de Scouts Laicos Josep Carol recibe 30.000 euros para la adecuación y rehabilitación de un inmueble para su sede social. Por supuesto, los scouts católicos no percibieron ni un euro del tripartito catalán.
No está mal como aperitivo ¿verdad? más en detalle en la Revista Época.
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