No sé si os enterasteis: el otro día Caldera --si, ese individuo especializado en manipular documentación-- se puso gallito con un periodista que le preguntó sobre su cambio de opinión respecto al archivo de Salamanca y le espetó:
"¿Quién le ha contado a usted esa mentira? Si usted me saca una declaración con mi voz y mi imagen en que se diga eso, yo le contestaré. Pero como usted no puede aportar esa imagen ni los que vierten esas basuras, no me permito ni siquiera contestar".
Como los de Libertad Digital si que son buenos con la documentación, en el sentido de buscar hasta dar con pruebas fehacientes y sin necesidad --aprende Calderilla-- de manipular, retocar, recortar, poner tipex o jueguecillos soviéticos parecidos, pues le han sacado los colores al trepilla: CALDERA EN LA PRENSA cuando defendía el archivo.
Ya le habría gustado a Calderilla que esos recortes de prensa se hubiesen quemado en el incendio de Guadalajara, o que hubiesen sido sepultados en El Carmelo, o que hubiesen viajado dentro de los helicópteros accidentados en Afganistán o que hubiesen sido disparados hacia Iraq desde la fragata Álvaro de Bazán --por citar unos ejemplos-- para no hacer un ridículo tan tremendo.
Y es que ya lo dicen nuestros viejos: antes se pilla a un mentiroso...
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