01 mayo 2007

El regreso del idiota

Iba a escribir una entrada sobre 'El regreso del idiota', continuación del 'Manual del perfecto idiota latinoamericano' --ambos de Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Alvaro Vargas Llosa-- y de lectura obligada para quien guste tener el ático bien amueblado, cuando me he topado con la reseña que ha hecho Mario Vargas Llosa para el diario 'La Nación' de Argentina.

Evidentemente, ante algo tan bien escrito, ya os podéis imaginar que prefiero no hacer el ridículo *^_^* así que a la citada reseña os remito, quedándome sólo apuntar algunos datos técnicos para que os sea más fácil localizar el libro porque, de verdad, merece la pena leerlo:

- Editorial: Plaza & Janés

- ISBN: 8401379717

- Edición: Primera

- Año: 2007

3 comentarios:

Max Deadlord dijo...

Que bueno cerrajero.. y el articulo es una delicia leerlo. Es una pena que en España nadie lo haya publicado en un periodico.. como el mundo.. por ejemplo.

Anónimo dijo...

En España no hace falta publicarlo, tal como están las cosas basta conque nos miremos al espejo.

Un abrazo y... para eso estamos.

Anónimo dijo...

Sobre el libro: “El Regreso del Idiota” de Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa.

Lo que enseguida llama la atención de este libro es que tres autores que para el grueso de los lectores mexicanos, son unos perfectos desconocidos, haciendo uso de una arbitrariedad infantil, le llamen idiotas (en términos políticos) a gente como Noam Chomsky, quien es el autor vivo más citado del mundo (como lo reconocen aun sus críticos) y según el New York Times: “aunque controvertido, el intelectual vivo más importante” o como Harold Pinter, Premio Novel de Literatura.

Bien, de la misma manera en que los marxistas niegan su fanatismo por el ídolo, estos tres autores niegan su patente fundamentalismo de mercado, usando una frase, que los tres geniecillos usan en el Cáp. 15, del filósofo Revel: “Todo ideólogo, en efecto, cree y consigue hacer creer que tiene un sistema explicativo global fundado sobre pruebas objetivas” y les llama idiotas a los que no comulgan con su sistema (agregaría yo).

Otra de las afirmaciones de Revel usada por el trío de geniecillos que se puede argüir en su contra es: “las ideologías, cualquiera que sea su signo, son construcciones teóricas a priori que buscan, ante todo, retener solo los hechos favorables a las tesis que sostienen y omiten las que los contradicen.” Esto es perfectamente evidente en este librillo, por ejemplo en el Cáp. 11 y en otros, analizan el “antiamericanismo” europeo con mucho cuidado de no abordar el tema de la Guerra en Irak (que es clave para explicar las criticas de Europa a EU), y es que la ridícula apología que en todo el libro hacen de Norteamérica se vendría abajo si tuvieran que afrontar los hechos de la abyecta guerra estadounidense por el petróleo ajeno. Solo mencionan dicha guerra someramente para criticar a Zapatero. Otra prueba de que los tres geniecillos solo retienen los hechos favorables a sus tesis es que, cuando critican la pobreza en Cuba no mencionan el bloqueo económico estadounidense impuesto a la isla, como lo haría cualquier estudio socioeconómico serio sobre la economía cubana. Tampoco analizan a fondo el papel de la súper subvencionada agricultura estadounidense (la que solo mencionan tímidamente en el Cáp. 14) para explicar la renuencia de Latinoamérica a integrarse con EU. O bien, cuando pretenden atenuar el papel de EU como interventor bélico en América Latina, critican al sandinismo, a la teología de la liberación y al resentimiento latino contra los norteamericanos pero no mencionan, por ejemplo, que en 1986 el Tribunal Mundial (Corte Internacional de Justicia, órgano judicial de la ONU), fallo una resolución explicita contra EU en la que le ordenaba a esté pusiera fin al “uso ilegal” de la fuerza y a la guerra económica ilegal contra Nicaragua.

En el Cáp. 13 el trío de geniecillos alaban las maravillas que el libre mercado a hecho en varias economías emergentes, y critican la intervención estatal (esto en todo el libro). En el Cáp. 15 citan de nuevo a Revel: “El neoliberalismo no procede de una batalla ideológica ni de un complot preconcebido, sino de una banal e involuntaria comprobación de los hechos: el fracaso de las economías de mandato, la nocividad latente del exceso de dirigismo y los callejones sin salida reconocidos del Estado-providencia.” A este filósofo, igual que a los geniecillos que escribieron el libro en cuestión, les hubiese convenido mucho leer a economistas como el Premio Novel Joseph Stiglitz, que en su obra “Como Hacer que Funcione la Globalización” es muy claro al respecto: “El Este asiático demostró el éxito de una trayectoria significativamente distinta a la del Consenso de Washington, con un papel para el estado mucho mas amplio que el papel minimalista que permitía el fundamentalismo de mercado. Mientras Latinoamérica adoptaba las políticas del Consenso de Washington con más entusiasmo que cualquier otra región. Si unimos los fracasos de Latinoamérica y los éxitos del Este asiático, éstos proporcionaran las mejores razones para rechazar el Consenso de Washington.” Me parece obvió que tampoco conocen las conclusiones de Paul Bairoch, en su tratado: “Economía e Historia Mundial: Mitos y Paradojas” de la Universidad de Chicago, 1993, p. 32, afirma que EU es “El País Madre y el Bastión de Proteccionismo Moderno” (Es uno de los subtítulos del libro). Más generalmente, el autor concluye (pp. 53-54): “Es difícil de encontrar otro caso donde los hechos sean tan contrarios a una teoría dominante que el del impacto negativo del proteccionismo; al menos respecto a lo que a la historia económica mundial le concierne, a partir del siglo diecinueve. En todo caso el proteccionismo condujo a, o al menos era el fenómeno concomitante con, la industrialización y el desarrollo económico.... No hay duda que el liberalismo obligatorio económico del Tercero Mundo en el siglo diecinueve es un elemento principal en la explicación del retraso de su industrialización.”

Para que los lectores no se dejen engañar por este trío de propagandistas, trascribiré un párrafo del último libro de un investigador que realmente conoce la globalización financiera: Alfredo Jalife-Rahme, dice: “no existe la tal entelequia llamada mercado en la desregulada globalización financiera feudal, John Embry Presidente de Sport Asset Management, una importante consultora financiera con sede en Toronto, público un reporte demoledor, “Muévete, Adam Smith: La Mano Visible del Tío Sam” (Business Wire 6 de septiembre del 2005) en la que concluye que el “gobierno de EU ha intervenido para apoyar al mercado bursátil tantas veces” que se ha convertido en una “situación muy seria de daño moral con la manipulación del mercado como una característica endémica de la Bolsa de EU.” Como era de esperarse el Reporte Sport ha sido sepultado por los multimedia de EU, por haber revelado “frecuentes intervenciones subrepticias, conducidas a través de las casas financieras de New York favoritas del gobierno, y cuya intervención les concede enormes ventajas sobre los inversionistas ordinarios”. ¿Dónde se encuentra entonces el libre mercado?”

Omar.