La zorra y las uvas

El siguiente relato es absolutamente imaginario y cualquier parecido con la realidad es lo mismo que lo que se parece realidad nacional a nación ^_^

Érase una vez una zorrita llamada Mortizia que consiguió atrapar al Príncipe Flipe mientras deambulaba, entre niñatos y capullos varios, por los garitos de la noche europea.

--Oh, que expertas son tus artes amatorias, nunca me habían puesto el aguililla real tan inflamado de orgullo, dijo el flipado.

--Ya lo sé, tengo muchas horas de vuelo y estaba esperando la ocasión de rentabilizarlas, dijo ella con los tacones clavados en el techo.

--Oooh, oh... ¿por qué te llaman Mortizia?

--Porque pasaré a la Historia por ser la guadaña definitiva para la Monarquía.

--Yo ya tengo una casa acojonante y nunca me va a ni faltar curro, ni pasta. Y si nó hablo con mi cuñado que ese si que es un genio mangoneando... digo el espabilao no el farlopero... así que me la suda totalmente con tal de que me sigas alegrando el pajarillo.

Mientras tanto, la Reina --la única persona de toda la Casa Real que ha demostrado estar a la altura del cargo-- como es lógico, no aguanta al zorrón y se ha puesto de muy mala uva, tanto que, para evitar males mayores, se ha ido a vivir a Londres.

Y así, señoras y señores, queda por ver cual será la moraleja de esta parábola de La Zorra y las (malas) uvas.