12 abril 2007

Carta a Moratinos de un cubano exiliado

Un amigo de Miami me ha hecho llegar esta carta de un exiliado político cubano y, por el interés que creo despierta su testimonio, la comparto con vosotros:

'Carta a Moratinos:

Perdone que quien le escribe esta carta sea alguien que usted debe considerar la última carta de la baraja: vivo en Miami y soy un exiliado político cubano. También lamento profundamente no poder encabezarla con un querido, o estimado, o amigo, o excelencia, pero es que aparte de estar convencido de que usted no es un ser excelente, mi carácter franco no da espacio para jugar a la diplomacia con uno de los lobos que muerde la yugular del rebaño a que pertenezco.

Tampoco se confunda con el primer párrafo, no me considero uno de esos cubanos antiespañoles de la crisma a la médula que como usted bien debe suponer existen, y no lo soy porque mi abuelo era de Verín, muy cerca de Portugal, y su sembrado de patatas, chiquero y parra estaban en las faldas del Palacio de Monterrey, muy cerca de las Aguas de Fontenova, y como ese abuelo era hombre de zetas y orgullo gallego, nací inmerso en la España de Quijotes, Antonio Machado y sus cantares, Unamuno y su Juan Manso, esa España que fue para mí siempre, para bien o mal, algo muy cerca y que me tocaba el alma. No sé si conoce que hay trozos de historia de España más hermosos que los que usted hoy escribe. Durante la clandestinidad en la lucha contra el castrismo, la embajada que más nos abrió los brazos a los que combatíamos dentro de la isla fue la de España. ¿Es posible olvidar hoy, por profunda que sea la herida, que el 30 de agosto de 1962 el encargado de negocios de la Península en Cuba, don Jaime Caldevilla, nos ofreció abrir las puertas de su embajada a la Dirección Nacional del Directorio Revolucionario Estudiantil para evitar que fuera masacrado en las calles de La Habana aquel grupo de estudiantes? ¿Olvidar hoy el dolor de don Jaime y su esposa cuando fusilaron en el paredón de la Cabaña a Manolín Guillot, "Rogelio", al cual protegieron y ampararon hasta el último minuto y querían como un hijo? ¿Por qué rumbo se ha perdido la hidalguía íbera de Caldevilla y en que triste encrucijada el desgraciado pueblo de Cuba ha tenido la fatalidad de tropezar de bruces con los tristes ojos de usted, señor ministro de Relaciones Exteriores de España?

¿Acaso tengo que concluir que existen dos naciones en una sola, madre amante la una y madrastra odiosa la otra, y dos tipos de españoles tan diferentes como el que desprecia la honra del justo y enaltece la rabia del desgraciado que detenta la fuerza? Y le pregunto, señor Moratinos, ¿aquel Partido Social Obrero de la clandestinidad, al cual yo hubiera pertenecido de ser español, acosado y perseguido por una dictadura, las dictaduras carecen de apellidos y color, o no, por qué caminos se ha perdido? Ya que, ¿cómo diablos hay miembros de su grupo político que quieren democracia para el pueblo español y dictadura totalitaria para mi pueblo? ¿Cómo es posible estrechar las manos del verdugo en la isla teñidas de sangre y darle la espalda a las víctimas? ¿En qué lugar de la hermosa y heroica tradición española colocar esta visita suya casi en Semana Santa a un pueblo más solo que la soledad misma, que Cristo, orando en su Huerto de los Olivos, cargando su Cruz en la Vía Dolorosa, mientras que usted, por Dios, es genuflexo con el hierro que mata al cordero, Miguel que mora, qué tinos, qué dolor y qué rabia Miguel Moratinos?

Hay algo que no entiendo. En España saben de memoria que el castrismo es un animal prehistórico en vías de extinción; ustedes entienden perfectamente que el gobierno comunista de La Habana no es el fin de la historia de Cuba, entonces ¿cómo siguen jugando peligrosamente y con cartas marcadas con el dolor y la desgracia del pueblo orgulloso de la "siempre fiel"? ¿Por qué en vez de dar vueltas en la noria de la canallada no exigen al gobierno de La Habana, de frente marchen, que abra las cárceles e inicie un diálogo civilizado y justo con la disidencia y el exilio en aras de una reconciliación nacional por el bien de una Cuba como la quería José Martí, "con todos y para el bien de todos"?

Por último le digo algo, Miguel, ustedes los españoles no perdieron la isla el 3 de julio de 1898 cuando la armada del almirante don Pascual Cervera Topete fue hundida en las aguas de Santiago de Cuba, sino entre otras posiciones deplorables del gobierno de Zapatero, con esta reciente visita suya a Cuba que puede marcar, créame, el principio del fin de la paciencia de un pueblo.

Nicolás Pérez'.

8 comentarios:

Claudedeu dijo...

Tienes un meme esperándote en Guadalmecín.

El Espantapájaros dijo...

Interesante testimonio y muy lúcido. Una vez más, le agradezco, Cerrajero, que nos dé a conocer informaciones así y promueva su difusión.

Al contrario que Inglaterra, España nunca ha sabido ni aprovechar ni dignificarse o hacer algo serio con sus viejas colonias. No somos la Madre Patria, sino la Madre Paria. Con Cuba el caso es especialmente sangrante, con estos continuos guiños y componendas hacia el moribundo dictador en vez fomentar su caída.

Un saludo

Anónimo dijo...

Aman tanto a la dictadura cubana porque no han evolucionado ABSOLUTAMENTE nada, y siguen añorando las checas.

Espinete dijo...

gracias por tu apoyo, cerrajero...

Anónimo dijo...

La carta no tiene desperdicio. Cuba se perdió en el 98 por la ineptitud y las alegrías del gobierno de entonces. Hoy, aparte de la dignidad y del lugar conseguido entre el resto de los pueblos libres incluidas nuestras relaciones internacionales, lo que nos estamos jugando, y no quiero pecar de catastrofista, es la pervivencia de la propia España como pueblo. Rara vez estuvieron los gobiernos a nuestra altura; el PP lo había conseguido pero, de todos es sabido que el diablo anda hasta entre los pucheros.

Un abrazo y ZP al carajo.

Juan dijo...

En mi pueblo a esta carta la considerarían como una patada a los güevos del Desatinos para que la traslade al jefe de su banda.

Ya somos, es el gobierno, el azmerreír en los corros internacionales. ¿Qué otro disparate se le puede ocurrir al presidente traidor para aumentar el desprecio y el desprestigio de los países occidentales hacia la España de los zETApés, Desatinos, Rubalbabas, y demás mamones que estan a punto de destrozar ESPAÑA y de crear el clima adecuado para otro enfrentamiento entre españoles cuando ya teníamos olvidada la Guerra Civil?.

Pandilla de facinerosos.

Anónimo dijo...

Me revuelve las tripas lo de Cuba. Me indigno. Me hierve la sangre. Nadie, nadie sabéis lo que odio a ese régimen... Y lo que me avergüenza como español que mi gobierno les apoye. Si alguna vez vuelvo a ver a mis amigos cubanos ¿podré mirarles a la cara cuando me digan lo que les hizo España?. Es lo que tiene que te representen miserables como Morotinos o Zporky.

Nicholas Van Orton dijo...

No creo que Moratinos entienda algo.